lunes, 1 de octubre de 2012

Capítulo 6.

3 de septiembre del 2012

Qué rápido pasa el tiempo, Dios mío. Parece que fue ayer cuando estaba discutiendo con Ticketmaster para conseguir mis entradas Premium, y hoy estoy en camino yendo a buscarlas. Sí, ¡las hemos conseguido? ¿Qué os pensabais? Bueno, pues eso, que ahí nos encontrábamos Abryl, Andrea, y yo, en un vagón de metro preparadas para coger nuestras preciadas entradas. Abryl estaba muy nerviosa.
-Joder, _____- me dijo cogiéndome del brazo, muy fuerte- ¿por qué no chillas? ¡TENEMOS LA PREMIUM! ¡AAAAAAAH! -yo miré a mi alrededor, avergonzada. Todo el mundo estaba mirando a Abryl. Yo lo único que hice fue hacerle un gesto para que no chillase. Estaba muy roja.- ¿Qué pasa? ¿Ahora no puedo chillar?- dijo con voz de enfadada, pero era obvio que no lo estaba.
-Claro que sí, Abryl, pero cuando tengas las entradas, no ahora.- Le dije mientras salíamos del vagón. Fuimos caminando hasta el edificio de la productora. Sí, sí, el de la última vez. Ahí nos encontramos con la misma chica de la otra vez.
-Hola- dijo Andrea- vengo a recoger las entradas de Justin.
-Si, pasen por esa puerta.- Nos dijo la chica señalándonos una puerta de cristal.Entramos y ahí había una mesa llena de papeles, y un hombre detrás de esta.
-Buenos días, ¿qué se le ofrece? -dijo educado.
-Vengo a buscar las entradas de mis hijas para ver a Justin Bieber.
-Lo siento, debe ser un error- dijo el hombre mirándonos mal a Abryl y a mi. Nosotras dos nos dimos una mirada fugaz y prestamos atención.- Me temo que las entradas no pueden ser cambiadas.
-¿Cómo que no?- dijo Andrea, en tono enfadado.- Mire, señor, a mi me acaban de llamar diciendo que tenía que venir aquí a recoger unas entradas, porque todo el tema ya estaba solucionado. Solo quiero advertirle que nosotras no nos movemos de aquí hasta que estas dos chicas tengan las entradas que se merecen- y acto seguido, se sentó en la silla enfrente del señor. Abryl y yo hicimos lo mismo en un sofá pequeño que había cerca.
-Bueno, espere un momento, hago una llamada y veré lo que puedo hacer.- dijo el hombre mientras descolgaba el teléfono y, acto seguido, marcaba un número.Estuvo unos quince minutos hablando, y colgó.- Perdone, señora, me había confundido. Si se espera unos minutos le entrego sus entradas.
-Está bien.
Pasaron unos cinco minutos y el hombre nos entregó un sobre.
-Aquí las tenéis. Disfrutad del concierto.- Y después de eso, nos sonrió.
-Muchas gracias- dijimos Abryl y yo con una sonrisa que no nos cabía en la cara.
-Adiós, y gracias por su amabilidad.- dijo Andrea antes de cerrar la puerta detrás de ella.
-Igualmente, adiós.
Salimos de aquella sala y nos despedimos de la recepcionista. Al salir a la calle Abryl y yo seguíamos sonriendo.
-Anda, ya podéis chillar.- Dijo Andrea. En ese momento, mi amiga y yo empezamos a chillar, a saltar y a bailar como locas, mientras todo el mundo por la calle nos miraba. Pero, ¿qué más daba? Íbamos a ver a nuestro ídolo ¡en pista premium! Estuvimos saltando y chillando diez minutos, hasta que nos cansamos. 
Con la tontería se nos había pasado la mañana. Ya eran las dos del mediodía, y todavía no habíamos comido. Fuimos al Burguer King mientras mirábamos el sobre. Cuando comimos volvimos a casa. Esta vez Abryl vino a la mía. Abrimos el sobre, y con mucho cuidado sacamos las dos entradas que nos habían imprimido exclusivamente para nosotras. Abryl y yo nos hicimos una mirada cómplice, y empezamos a saltar en la cama. Yo le hice una foto con mi ipod y la subí a Twitter, Instagram, Facebook y Tumblr. ¡Estaba muy emocionada! En ese momento nos llamó mi madre para ir a cenar. Abryl y yo bajamos. Mi madre había hecho espaguetis con tomate. Mi plato favorito. Al acabar nos pusimos el pijama y nos fuimos a dormir. Había sido un día muy largo, así que no fue difícil caer en los brazos de morfeo.

1 comentario: